En este espacio se publicarán documentos relacionados con la enseñanza del baloncesto: imágenes, vídeos, progresiones, ejercicios, etc para la mejora de las diferentes situaciones de juego presentes en este deporte. El objetivo es tanto ampliar y escenificar los conceptos impartidos en las sesiones de clase como añadir otras informaciones de interés. INEF - UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID. Asignatura de Baloncesto 2º curso.
"ENTRENAR A LOS DEMÁS ES ENSEÑARLES A SER LO QUE SON CAPACES DE SER."
martes, 2 de junio de 2015
NUEVOS RECURSOS EN EL 1X1
En este vídeo se muestran algunas acciones interesantes para trabajar el 1x1 con jugadores que tengan una técnica elevada y buen manejo de balón:
VALORES DE UN JUGADOR DE BALONCESTO
Un buen jugador de baloncesto debe desarrollar los siguientes valores personales y sociales:
1. Compromiso
Los jugadores jóvenes deben acostumbrarse a aceptar y cumplir compromisos con los demás. Un jugador debe comprometerse con su equipo a entrenar unos días concretos y a jugar unos partidos los fines de semana; y este compromiso debe cumplirlo aun cuando a él, personalmente, no le apetezca. El compromiso implica que en ocasiones tendrá que renunciar a sus apetencias individuales y sacrificarse por el grupo, pensar en los demás y no sólo en él, y desarrollar la disciplina necesaria para poder cumplir con sus obligaciones.
2. Perseverancia
El desarrollo de la perseverancia es especialmente importante cuando los jugadores pasan por malos momentos: por ejemplo, cuando cometen errores, juegan mal, intentan cosas pero no obtienen el resultado deseado, etc. En la vida extradeportiva también se presentan momentos adversos en los que es difícil seguir perseverando, pero los jugadores de baloncesto pueden estar preparados si este importante aspecto, la perseverancia, se ha desarrollado mediante la práctica deportiva.
3. Responsabilidades individuales dentro del grupo
Es importante que los jugadores sepan qué tienen que hacer, qué se espera de ellos individualmente. Y también que comprendan la trascendencia de su aportación individual al equipo. Así mismo, el entrenador debe destacar, reconocer y premiar las conductas individuales que son significativas para el grupo, sobre todo las conductas que se ven menos y reciben normalmente un reconocimiento menor.
4. Trabajo en equipo
Es importante que los jóvenes aprendan a trabajar en equipo. ¿Qué mejor escuela que un deporte colectivo para desarrollar esta valiosa cualidad?
5. Respeto a las normas
Sin duda, jugar en un equipo de baloncesto obliga a respetar diversas normas: fundamentalmente, normas de funcionamiento interno, normas de los ejercicios del entrenamiento y reglas del juego. Así, los jóvenes se acostumbran a que no pueden hacer exactamente lo que quieren, sino que deben respetar unas normas que regulan su convivencia con los demás. Esta experiencia es un aspecto formativo muy valioso del baloncesto de competición.
6. Respeto a los demás
Los jugadores jóvenes deben aprender a respetar las diferencias individuales dentro de su propio equipo, aceptando y conviviendo con compañeros que, en algunos casos, pueden ser de otro estrato social, otra raza, otra religión, otra etnia, otra ciudad, otro país, etc. o tener ideas diferentes u otra forma de ser. También con compañeros que en el propio baloncesto, según los casos, juegan mejor o peor, dominan mejor o peor unas u otras habilidades, destacan más o menos, juegan más o menos tiempo, etc.
7. Saber competir
La vida plantea múltiples situaciones competitivas y las personas debemos estar preparadas para ello. El baloncesto de competición es una excelente oportunidad para aprender a competir de forma saludable y eficaz, adoptando un estilo de funcionamiento que puede ser muy valioso para los jóvenes en su vida deportiva y extradeportiva presente y futura. Todos los valores destacados anteriormente contribuyen a que los jóvenes aprendan a competir. Además, es importante que aprendan a aceptar equilibradamente
las victorias y las derrotas, los éxitos y los fracasos, las buenas y las malas actuaciones, los aciertos y los errores.
1. Compromiso
Los jugadores jóvenes deben acostumbrarse a aceptar y cumplir compromisos con los demás. Un jugador debe comprometerse con su equipo a entrenar unos días concretos y a jugar unos partidos los fines de semana; y este compromiso debe cumplirlo aun cuando a él, personalmente, no le apetezca. El compromiso implica que en ocasiones tendrá que renunciar a sus apetencias individuales y sacrificarse por el grupo, pensar en los demás y no sólo en él, y desarrollar la disciplina necesaria para poder cumplir con sus obligaciones.
2. Perseverancia
El desarrollo de la perseverancia es especialmente importante cuando los jugadores pasan por malos momentos: por ejemplo, cuando cometen errores, juegan mal, intentan cosas pero no obtienen el resultado deseado, etc. En la vida extradeportiva también se presentan momentos adversos en los que es difícil seguir perseverando, pero los jugadores de baloncesto pueden estar preparados si este importante aspecto, la perseverancia, se ha desarrollado mediante la práctica deportiva.
3. Responsabilidades individuales dentro del grupo
Es importante que los jugadores sepan qué tienen que hacer, qué se espera de ellos individualmente. Y también que comprendan la trascendencia de su aportación individual al equipo. Así mismo, el entrenador debe destacar, reconocer y premiar las conductas individuales que son significativas para el grupo, sobre todo las conductas que se ven menos y reciben normalmente un reconocimiento menor.
4. Trabajo en equipo
Es importante que los jóvenes aprendan a trabajar en equipo. ¿Qué mejor escuela que un deporte colectivo para desarrollar esta valiosa cualidad?
5. Respeto a las normas
Sin duda, jugar en un equipo de baloncesto obliga a respetar diversas normas: fundamentalmente, normas de funcionamiento interno, normas de los ejercicios del entrenamiento y reglas del juego. Así, los jóvenes se acostumbran a que no pueden hacer exactamente lo que quieren, sino que deben respetar unas normas que regulan su convivencia con los demás. Esta experiencia es un aspecto formativo muy valioso del baloncesto de competición.
6. Respeto a los demás
Los jugadores jóvenes deben aprender a respetar las diferencias individuales dentro de su propio equipo, aceptando y conviviendo con compañeros que, en algunos casos, pueden ser de otro estrato social, otra raza, otra religión, otra etnia, otra ciudad, otro país, etc. o tener ideas diferentes u otra forma de ser. También con compañeros que en el propio baloncesto, según los casos, juegan mejor o peor, dominan mejor o peor unas u otras habilidades, destacan más o menos, juegan más o menos tiempo, etc.
7. Saber competir
La vida plantea múltiples situaciones competitivas y las personas debemos estar preparadas para ello. El baloncesto de competición es una excelente oportunidad para aprender a competir de forma saludable y eficaz, adoptando un estilo de funcionamiento que puede ser muy valioso para los jóvenes en su vida deportiva y extradeportiva presente y futura. Todos los valores destacados anteriormente contribuyen a que los jóvenes aprendan a competir. Además, es importante que aprendan a aceptar equilibradamente
las victorias y las derrotas, los éxitos y los fracasos, las buenas y las malas actuaciones, los aciertos y los errores.
PREPARACIÓN DE UNA FINAL FOUR
De cara a afrontar una Final Four, destacamos algunas pautas interesantes:
1. Saber quiénes son nuestros rivales y sus resultados en liga
2. Conocer a fondo las características de las jugadoras de los equipos rivales
3. Entrenamientos extra pero siempre sin sobrecargar a los jugadores
4. Introducción de nuevas opciones de ataque
5. Preparación física
6. Preparación mental. Ésta última es imprescindible e importantísima, sobre todo con jugadores que no han vivido nunca una experiencia similar. Es clave que lleguen a la competición con el máximo nivel de motivación y confianza.
1. Saber quiénes son nuestros rivales y sus resultados en liga
2. Conocer a fondo las características de las jugadoras de los equipos rivales
3. Entrenamientos extra pero siempre sin sobrecargar a los jugadores
4. Introducción de nuevas opciones de ataque
5. Preparación física
6. Preparación mental. Ésta última es imprescindible e importantísima, sobre todo con jugadores que no han vivido nunca una experiencia similar. Es clave que lleguen a la competición con el máximo nivel de motivación y confianza.
¿GRUPO O EQUIPO?
DIFERENCIA ENTRE GRUPO Y EQUIPO
Un grupo con un conjunto de personas que buscan tener experiencias en común, que hacen cosas juntos y tienen entre ellos una comunicación afectiva o cercana. Sus objetivos son individuales y las acciones de cada miembro son independientes y se coordinan por un responsable. El grupo evita afrontar los problemas y los conflictos, aceptándolos cada uno de manera personal.
Un equipo, sin embargo, está formado por un conjunto de personas que participan en la elaboración de un proyecto y forman parte de él. Tienen una relación de compromiso, responsabilidad y confianza mutua entre todos y cada uno de sus miembros. Tienen objetivos compartidos, buscando en todo momento el éxito común, por ello todas sus acciones son interdependientes, no hay tareas exclusivas y lo que hace cada miembro repercute en el resto. El equipo afronta los problemas y conflictos con el fin de superarlos juntos y utilizarlo como fuente de aprendizaje y progreso común.
Un equipo tiene objetivos claramente definidos, requiere un compromiso elevado y se caracteriza por el trabajo conjunto de sus miembros, mientras que un grupo no.
LA EVOLUCIÓN HACIA EL EQUIPO
Un equipo trata de obtener un 3 en la suma de 1+1. Cada uno por separado sumaría 2, pero la clave está en conseguir el valor extra de su unión, de la fuerza común que tienen al trabajar juntos en una misma dirección.
Un grupo se convierte en equipo cuando su fuerza total supera con creces a la fuerza de cada uno de sus integrantes por separado.
Un grupo con un conjunto de personas que buscan tener experiencias en común, que hacen cosas juntos y tienen entre ellos una comunicación afectiva o cercana. Sus objetivos son individuales y las acciones de cada miembro son independientes y se coordinan por un responsable. El grupo evita afrontar los problemas y los conflictos, aceptándolos cada uno de manera personal.
Un equipo, sin embargo, está formado por un conjunto de personas que participan en la elaboración de un proyecto y forman parte de él. Tienen una relación de compromiso, responsabilidad y confianza mutua entre todos y cada uno de sus miembros. Tienen objetivos compartidos, buscando en todo momento el éxito común, por ello todas sus acciones son interdependientes, no hay tareas exclusivas y lo que hace cada miembro repercute en el resto. El equipo afronta los problemas y conflictos con el fin de superarlos juntos y utilizarlo como fuente de aprendizaje y progreso común.
Un equipo tiene objetivos claramente definidos, requiere un compromiso elevado y se caracteriza por el trabajo conjunto de sus miembros, mientras que un grupo no.
LA EVOLUCIÓN HACIA EL EQUIPO
Un equipo trata de obtener un 3 en la suma de 1+1. Cada uno por separado sumaría 2, pero la clave está en conseguir el valor extra de su unión, de la fuerza común que tienen al trabajar juntos en una misma dirección.
Un grupo se convierte en equipo cuando su fuerza total supera con creces a la fuerza de cada uno de sus integrantes por separado.
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